martes, 25 de junio de 2013

Ensayo


“Mi experiencia lúdico-pedagógica con los niños de la escuela primaria.”
 "Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad."
Menninger, Karl A.
Por: Guadalupe Rivero Ramírez

Resumen: El juego realizado con niños de las escuelas primarias es una de las estrategias más utilizadas por los maestros para mantener la atención y disposición de los alumnos, además de crear un ambiente divertido para que el aprendizaje sea más dinámico y significativo. En este escrito se redacta sobre la experiencia  de aprendizaje que tuve junto con mi equipo de trabajo al estar con niños de sexto, quinto y cuarto de primaria realizando un proyecto que implicara actividades lúdicas relacionadas con valores universales y actitudes que utilizaran en su vida cotidiana para resolver problemas.
Abstract: The game done with primary school children is one of the strategies used by teachers to maintain attention and available to students and create a fun atmosphere for learning more dynamic and meaningful. This paper draws on the learning experience I had with my team to be working with sixth, fifth and fourth graders doing a project that involved leisure activities related to universal values ​​and attitudes used in everyday life to solve problems.

Cuando realizamos una planeación antes de ir a nuestras prácticas de ejecución en alguna escuela primaria por lo regular siempre buscamos actividades que puedan ser de interés para los alumnos, tal vez similares a las que nos hubiera gustado realizar a esa edad, que puedan mantener su atención y que además de divertirlos, puedan adquirir aprendizajes que bien pudiesen ser significativos.
Cuando éramos niños, lo que más recordamos son aquellas cosas divertidas que ocurrieron en nuestra infancia: los juegos que compartíamos con nuestros amigos, con nuestros hermanos, primos, vecinos, compañeros de la escuela, entre otros. Es muy lindo recordar esos aspectos de la infancia y ver lo que aprendimos practicando cada uno de esos juegos. Lo mismo pasa en la actualidad con las nuevas generaciones. Ahora a nosotros nos toca desempeñar el papel de moderadores y organizadores para que los niños puedan aprender cosas mediante actividades lúdicas.
Todo esto va relacionado a una experiencia que en lo personal tuve junto con mi equipo de trabajo el pasado miércoles 19 de junio del presente año. En la materia de Formación Ética y Cívica en la escuela primaria se realizó un proyecto en equipos de cuatro personas. Dicho proyecto consiste en redactar un juego que el equipo considere apropiado para aplicar con alumnos de un cierto grado que escojan, siempre y cuando  el propósito del juego tenga relación con valores y asuntos de la materia que los niños puedan entender y comprender de acuerdo a su edad y grado en el que se encuentren cursando. Mi equipo se conformó por Antonia, Areli, Fernanda y yo, y entre todas elegimos sexto grado, y el juego que escogimos para organizar nuestro proyecto lo titulamos “100 alumnos dijeron”, que es una versión editada del famoso programa de concursos “100 mexicanos dijeron”. Las reglas del juego original siguieron siendo las mismas, en este caso tomando las indicaciones que vienen escritas en el juego de mesa con el mismo nombre. Tuvimos que organizar preguntas similares a las que se presentan en el juego original, sólo que esta vez no trataron sobre asuntos de la vida cotidiana, sino sobre valores, dilemas morales y aspectos éticos que, desde la teoría, nuestra perspectiva y experiencia, los niños de sexto grado pudieran manejar adecuadamente.
Organizamos todo nuestro material, incluso nos distribuimos los roles que manejaríamos durante el juego. En mi caso fui la conductora y moderadora. Fernanda fue a la escuela primaria “Tierra y Libertad” para ir por los niños con quienes íbamos a trabajar que en nuestro caso fueron 10 niños de sexto de dos grupos diferentes. Ocupamos un salón de la escuela normal. Al ya tener organizado todos los materiales que ocupamos, me dispuse a dar comienzo al juego. En primer lugar presenté el juego y a mí misma. Posteriormente di lugar a explicar todas y cada una de las reglas del juego: desde formar y nombrar a cada equipo hasta hacer el famoso “team back”. Al  aclarar todas las indicaciones comenzamos la primera ronda de preguntas. En total fueron 3 rondas. En la primera el puntaje era normal, en la segunda el puntaje valía al doble y en la tercera valía al triple. En particular noté a los alumnos muy entusiastas y participativos a contestar las preguntas que hablaban acerca de valores universales y cosas que abarque la materia.
Después de un rato terminaron las tres rondas de nuestro juego. En realidad terminamos bastante rápido pero los niños querían seguir jugando. Como ya no sabíamos que hacer y teníamos demasiado tiempo de sobra, decidimos improvisar tres preguntas más, pero esta vez, no irían relacionadas con la materia, sino con su escuela y sus gustos personales por las diferentes asignaturas. Di un tiempo de 5 minutos mientras organizábamos nuevamente el trabajo; mientras tanto los niños salieron un momento. Ya organizado todo, pasé a los alumnos al salón otra vez y se dividieron nuevamente en equipos. Pero para hacer un poco de tiempo, a cada niño y niña les di media hoja para que en ella escribieran todo lo que sentían referente al juego y a su victoria o derrota, según  cada equipo. Algunos niños me compartieron sus experiencias: del equipo ganador dijeron que estaban muy felices porque habían ganado y también entretenidos con el juego. Es aquí donde entra la parte valoral porque los alumnos muestran compañerismo y mucho ánimo por seguir participando en el juego; y en cuanto al equipo perdedor dijeron que estaban tristes por haber perdido la primer ronda, pero que en la segunda no se iban a dejar y querían ganar. Este equipo mostró un poco de desánimo por su situación pero también mostraron una actitud de revancha, y de seguir luchando por alcanzar su objetivo que es ganar. Sin embargo disfrutan el estar jugando. Vicente Navarro Adelantado (1993) nos menciona que los niños deben disfrutar el juego como algo recreativo o integral, sin imposiciones, y aunque se trata en esta ocasión de un juego reglado, los niños deben aprender a adaptarse y a seguir esas reglas para que el objetivo principal de ese juego sea entender, divertir y aprender, y justamente eso es lo que los niños de sexto grado están demostrando.
Cuando los niños terminaron de hacer los comentarios decidí comenzar la siguiente ronda de preguntas. Pero enseguida la maestra encargada de la materia nos dijo que un grupo de quinto grado estaba disponible para que pudiéramos jugar ahora con ellos. Eso provocó que no termináramos la nueva ronda de preguntas. Los niños de sexto grado se fueron muy contentos con el juego, y nos hicieron buenos comentarios acerca de este.
Al poco tiempo llegaron los alumnos de quinto grado y procedimos a aplicar las mismas reglas que  estaban establecidas para los niños anteriores. Los niños las acataron adecuadamente, pero se encontraban un poco más inquietos. Ellos también se mostraron entusiastas con el juego, pero durante la ejecución de este, algunos niños dejaron de seguir las reglas, porque comenzaban a hablar y a reírse mientras un alumno contestaba la pregunta, también hubo momentos en los que se paraban y tenía que ordenarle que se sentara para poder continuar. Terminaron las tres rondas de preguntas y los niños se fueron con otro equipo. A nosotros ahora nos mandaron a un grupo de cuarto grado.
Con ellos hicimos lo mismo que con los dos grados anteriores: dividimos equipos, expliqué las reglas y las indicaciones generales del juego y realicé las tres rondas de preguntas correspondientes. Pero antes de comenzar, mi equipo y yo decidimos modificar la estructura de algunas preguntas pero considerando las mismas respuestas, debido a que la madurez de un niño de sexto no es igual a la de un niño de cuarto, por lo tanto no entienden los conceptos de manera similar.
En esta ocasión los niños se mostraron entusiasmados con el juego, a pesar que uno de los equipos debía perder. Al finalizar la ronda de las preguntas los niños dispusieron a retirarse, puesto que el tiempo destinado para los juegos ya estaba terminando, pero antes de salir mi compañera Areli y yo escuchamos que un niño le dijo a otro algo así: “ Al menos en este juego me divertí más que en el de matemáticas”. Eso para Areli y yo que lo escuchamos de viva voz del niño fue una gran satisfacción porque nos dio la impresión de que todos los niños se estaban divirtiendo y que nosotros estábamos haciendo un buen trabajo.
Al haber tenido la experiencia de jugar con tres grados diferentes en un solo día en lo personal me di cuenta que es totalmente diferente jugar con niños de otro grado, siendo que la actividad planeada estaba destinada solamente para alumnos de sexto que, según Piaget en su libro “Seis estudios de psicología” (1964), se encuentran en una edad de 11 a 13 años, justamente entrando en la etapa que él denomina como operaciones formales donde ya utilizan la lógica para resolver preguntas y tienen una visión diferente de los conceptos que se manejan. El resto de los otros alumnos se encuentra en la etapa de las operaciones concretas, dando más parte a la imaginación.
Tuvimos que modificar las preguntas a modo que los niños entendieran, y pues en varias ocasiones los niños no dijeron ninguna de las cuatro respuestas que abarcaba una pregunta, a lo que en lo personal concluyo que tal vez las preguntas no estaban adecuadamente planteadas o que los niños aún desconocían ciertos conceptos. Sin embargo traté de explicarles lo mejor posible a los alumnos para que pudieran comprender bien las preguntas. Fue un poco complicado debido a lo ya mencionado anteriormente.
Concluyendo con este escrito, puedo mencionar nuevamente que el juego en los niños es fundamental para su aprendizaje, pero para los adultos que aplicamos dicho juego el aprendizaje es mucho mayor, porque nosotros podemos ver todas las reacciones, actitudes  y posturas que toma el niño con respecto al juego y ver si de verdad está aprendiendo, y de ser así notar si ese aprendizaje es realmente significativo. En este caso, los niños que participaron en algún momento recordarán lo que aprendieron en este juego con algo que les suceda en su vida cotidiana, tal vez al recordar una palabra  o al ver el juego de concursos original nuevamente en la televisión. Lo importante es lo que el niño se lleva de cada experiencia.



REFERENCIAS:
Navarro, Adelantado Vicente. “Aprender a jugar y aprender jugando”, en Fundamentos de Educación Física para la escuela primaria, INDE, Barcelona 1993, pp 668-669.




En esta foto se puede apreciar al grupo de 4to grado de la escuela primaria “Tierra y Libertad” jugando “100 alumnos dijeron”. También estoy yo como presentadora y conductora. Se ve también a los capitanes de ambos equipos (sillas). Los niños que están a punto de responder la pregunta se muestran atentos al igual que los capitanes de cada equipo.

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