miércoles, 22 de mayo de 2013

22 de mayo del 2013... Cosas y cosas que pasan.


Pasan tantas cosas en las prácticas  que es ahí cuando te das cuenta que así será tu vida cuando te encuentres trabajando. Pero uno debe acostumbrarse; te encuentras con todo tipo de cosas y experiencias.
Hoy no me fue nada mal, lo considero así siendo que mi clase de matemáticas fue un desastre y no resultó como yo esperaba. Me disponía a empezar con esta materia, pero las diferentes circunstancias me llevaron a impartirla hasta el final, justamente después del recreo cuando los niños se encuentran ya más impacientes.
La maestra titular me pidió que comenzara con leer un libro para que los niños comenzaran a hacer su reporte de lectura en su cuaderno. Pero justo cuando iba a comenzar, entró al salón la maestra de inglés, a quien le cedí el momento para que ella impartiera su clase. Tardó alrededor de 40 minutos y cuando terminó me dispuse a continuar con mi clase.
Mientras yo hacía los dibujos en el pizarrón, la maestra titular se me acercó y me dio una libreta la cual tenía un recado para mí. Me dispuse a leerlo y me di cuenta que era un recado por parte del padre de  Ángel, uno de mis alumnos, diciéndome que no le parecía la manera en que yo dejaba una tarea (haciendo referencia al croquis sobre su comunidad) sin antes haber explicado el tema, escribiendo muchas excusas. Prácticamente, y yo lo veo de esta manera, regañándome y diciéndome cómo debo hacer las cosas para que él esté contento. Sinceramente no me pareció que me haya mandado ese recado, siendo que ningún otro padre o madre de familia se quejó de ese trabajo, y además, yo jamás le dejaría a un niño una tarea sin antes haber visto el tema en clase  o como investigación. Somos practicantes y no tenemos la experiencia de un docente titular que ya ha pasado por varios grupos diferentes, y reconozco que también tenemos nuestros errores al hacer nuestras cosas, al fin y al cabo somos seres humanos. Pero bueno, todos pensamos distinto.
Después de terminar los dibujos, pasamos a la clase de formación cívica y ética, en la cual vimos qué es un conflicto y cómo podemos solucionarlo mediante el diálogo. Vimos imágenes, cómo una persona puede discutir con otra y cómo pueden recurrir al diálogo para tomar acuerdos. Me gustó mucho esta clase porque los niños estuvieron muy participativos y daban sus puntos de vista. En ocasiones la maestra titular me apoyaba para complementar el tema, lo cual enriqueció la clase.
He estado aplicando la técnica de “Power Teaching” y hasta ahora me ha funcionado muy bien, incluso hoy funcionó con los niños al ganarse una carita feliz por su participación en clase. Bien por ellos.
Pero aquí viene lo incómodo, la clase de matemáticas. Antes que nada di las instrucciones de lo que realizaríamos con los juegos de mesa. Saqué al patio a los niños para formar 8 equipos y a cada equipo le entregué un tablero de Serpientes y Escaleras, o El juego de la Oca. Los niños dispusieron a jugar porque ya conocían las instrucciones del juego. Lo malo de esto es que andaba un perrito merodeando por el patio y muchos niños se distraían con el animal y hacían caso omiso a lo que yo les decía como formarse. También recibí muchas quejas como: “Maestra,  no me quieren dejar jugar en mi equipo”, “Maestra, ya me quitó mi dado”, “Maestra, me está diciendo de cosas”. Y no dejaban de quejarse por ese tipo de cosas. Hable con ellos pero fue inútil, poco a poco los equipos se fueron desperdigando y los niños mejor se dedicaban a hacer otras cosas. No tuve más remedio que meterlos nuevamente al salón de clase. Les dije los motivos por los cuales yo me encontraba muy molesta, pero a final de cuentas, aunque la clase de matemáticas no haya funcionado como yo me esperaba, todo lo que pasó me sirvió para reforzar la clase de formación, debido a los conflictos que se presentaron al momento de jugar y como los niños respondían ante tales situaciones. Nuevamente recibí apoyo de la maestra titular para reforzar el tema.
Es por eso que a pesar que no me sirvió mi actividad para una materia, me sirvió para reforzar otra. Así que no me fue tan mal a excepción de la dichosa carta, pero eso es algo que solucionaré después.

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